Seguramente ya lo habrĆ”s notado varias veces. Llegas a un sitio financiero y comienza a preguntarte si eres un inversor institucional o privado. Es un poco el tipo de cosas que intentamos superar rĆ”pidamente, como esos mensajes molestos e insistentes que nos imploran que aceptemos cookies. Pero cuando lo pensamos un poco, nos preguntamos quĆ© carajos les importa si seamos inversores privados o no. Es como si fuĆ©semos considerados seres separados, con menos medios, menos habilidades y quizĆ”s tambiĆ©n mĆ”s ingenuos. Esto nos recuerda a los menores que se supone que deben hacer clic en el gran cartel "Soy menor de 18 aƱos" en un sitio porno. ĀæQuiĆ©n lo ha hecho alguna vez?
Este fenĆ³meno aparentemente inofensivo esconde en realidad un problema real. Nosotros, los inversores privados, los pequeƱos accionistas o incluso los simples ahorradores, no somos considerados por el mundo financiero como parte del mismo mundo. Tienen el conocimiento y el dinero, en definitiva, el poder. Por nuestra parte, por el contrario, no somos mĆ”s que un pequeƱo engranaje de una mĆ”quina que, aisladamente, se considera dĆ©bil, inmadura, estĆŗpida o incluso inĆŗtil.
O intentamos evitarte, porque tu efectivo no aporta nada, o te drenamos en todas direcciones, gastos de gestiĆ³n de tus cuentas, de tus fondos de inversiĆ³n y ETF, gastos de custodia, comisiones, impuestos, etc. Todo estĆ” hecho para que sus pequeƱos ahorros alimenten los de los mayores actores de las finanzas. Los corredores tienen interĆ©s en que usted opere. Los banqueros y las aseguradoras te tientan con productos inĆŗtiles y llenos de costes mĆ”s o menos ocultos. Los fondos de pensiones roban una parte de su salario que se utiliza para pagar a directivos incompetentes.
Las personas que te "asesoran" no tienen idea de tus necesidades reales, tu personalidad y tu propensiĆ³n al riesgo. No les importa en absoluto, aunque a veces te hacen creer lo contrario, haciĆ©ndote rellenar cuestionarios de coartada. ĀæCĆ³mo culparlos? DespuĆ©s de todo, no es su dinero. Al menos no al principio.
La mayorĆa de la gente cree que no tiene otra opciĆ³n. Es normal recurrir a un profesional. Las finanzas son, despuĆ©s de todo, muy complejas y estas personas se han sometido a largos estudios para conocer todos los trucos. El problema es que la historia nos ha demostrado que a pesar de toda su experiencia y pseudoconocimiento, la mayorĆa de ellos no tienen idea de lo que estĆ”n haciendo. O peor aĆŗn, por el contrario, lo saben muy bien, para mal efecto.
Los financieros son los campeones mundiales en complicar las cosas que no lo son. Invertir, bĆ”sicamente. es relativamente simple. No hay necesidad de una armada de intermediarios acechando como chacales alrededor de sus activos. Tienen una habilidad especial para hacerte dormir y/o impresionarte con grĆ”ficos de dos bolas, siempre con una hermosa curva verde ascendente a la vista. Todo esto no es financiaciĆ³n. Es marketing.
Cuanto mĆ”s dependiente te vuelves de ellos, mĆ”s beneficios obtienen. Dejen de escuchar a banqueros y aseguradoras. SĆ³lo saben cĆ³mo generar dinero por cuenta propia. Invierta directamente y pague usted mismo en empresas de calidad que paguen dividendos sĆ³lidos.
Descubre mƔs desde dividendes
SuscrĆbete y recibe las Ćŗltimas entradas en tu correo electrĆ³nico.
Es triste leerlo, pero es cierto. Por cierto, lo hice una vez, cuando era adulto š
Eso si no es un espĆritu ācontrarioā, no sĆ© nada al respecto š
Totalmente de acuerdoā¦