En un mes celebraré 18 años de mi viaje hacia la independencia financiera. Empecé desde casi nada, con una pequeña cuenta de ahorros y un trabajo mal remunerado. Eso no me impidió ahorrar y empezar a comprar mis primeras acciones. Hoy, después de ahorrar un poco de dinero mes tras mes, después de pasar también por dos terribles mercados bajistas, he llegado a una etapa en la que mis inversiones me aportan, en ingresos y plusvalías, más que mi actividad asalariada. Psicológicamente hablando, este es un hito muy importante. Esto significa que a partir de ahora mi trabajo pesará cada vez menos no sólo en mi salud financiera, sino sobre todo en mi bienestar mental.
Ciertamente no puedo permitirme el lujo de detener mi actividad todavía, ya que una gran parte de las ganancias de mis inversiones provienen de plusvalías no realizadas. Obviamente, estos son de naturaleza muy fluctuante, a diferencia de los dividendos. No importa. Cuando mido lo lejos que he llegado, me digo a mí mismo que la parte más difícil ya quedó atrás. Mi capacidad para invertir se ha fortalecido considerablemente desde que comencé. Antes tenía que ahorrar muchos meses antes de poder ocupar un solo puesto. Hoy, gracias a mis ahorros y a los dividendos recibidos, tengo liquidez permanente.
Al comienzo de mi viaje, centré mi atención principalmente en el ahorro. Ahora ya casi no le presto atención. Por supuesto que no estoy desperdiciando todo lo que entra, pero las bases que puse hace años siguen ahí y me permiten seguir creando riqueza sin pensar y sin sentir que me estoy privando. Hoy lo que tengo en mente es la inversión. Con suficiente liquidez, debo estar atento a las oportunidades, por raras que sean. Ya no tengo que esperar hasta tener fondos disponibles para comprar.
Cuando el mercado haya sufrido otra corrección, podré ir a pescar ya no con caña de pescar, sino con un arrastrero. Dependiendo de la fecha, el alcance y la duración de la corrección, entonces será cuestión de mí decidir si quiero valerme por mí mismo o no.
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Buen trabajo, vemos que te estás beneficiando cada vez más del efecto bola de nieve. Es maravilloso ver que los propios intereses producen intereses, que a su vez producirán hijos, etc.
¿Incluye sus ingresos inmobiliarios cuando habla de sus inversiones?
Sí los incluyo. Obviamente, tienen un impacto principalmente en términos de ingresos.
¡Bien hecho! Preciosa ruta. Esto no cae del cielo: para conseguirlo se requiere constancia, esfuerzo y disciplina, además de mucho tiempo para formarse, obtener información, reflexionar y analizar. Algunas personas lo olvidan.
gracias laurent
¡Oye, quiero estar en este barco pesquero dorado al mismo tiempo que tú! A pesar de mi mareo...
Parece que el pesquero se prepara para zarpar del puerto arrastrado por el viento de las guerras comerciales