Recapitulemos y establezcamos las ponderaciones para cada activo:
- Efectivo: coloque sus ahorros en activos en intervalos sucesivos (costo promedio en dólares), a menos que no quede nada que llevarse a la boca.
-Activos reales: aproximadamente 20% de la cartera.
- Oro: 5% de la cartera, ETF AUCHAH
- Inmobiliario: 15% de la cartera, ETF SRFCHA y/o fondos/acciones inmobiliarios.
- Bonos: aproximadamente 10% de la cartera, ETF CSBGC0
- Renta variable: aproximadamente 70% de la cartera aproximadamente
- 35% de acciones nacionales, CHSPI ETF y/o acciones directas
- 30% de renta variable internacional, ETF SWDA y/o renta variable directa
- 5% de renta variable de países emergentes, IEMS ETF y/o renta variable directa
- Estrategias alternativas: colocar una cantidad y luego “jugar” con ella independientemente del resto de la cartera
Tenga en cuenta que las ponderaciones anteriores son proporcionales a la rentabilidad histórica de los activos. Cuanto mayor sea el rendimiento (como en el caso de las acciones), más importante será la representación. Las proporciones se dan sólo con fines informativos y no deben seguirse exactamente. Pueden variar según el mercado y el apetito por el riesgo del inversor.
Tenga en cuenta que la cartera es en general agresiva porque si compramos valores mineros por oro y valores inmobiliarios directamente, llegamos a una ponderación de prácticamente 90% en acciones. Por lo tanto, cada uno ajustará su cuota de acciones en consecuencia, si es necesario, en función de su propensión al riesgo. Sin embargo, me gustaría recordarles que a largo plazo, contrariamente a la creencia popular, ¡estas son las acciones menos riesgosas!
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