Vivimos en una época de transición tecnológica, económica y social extremadamente rápida. En menos de 20 años, poco después de la llegada de Internet, nuestro mundo ha cambiado por completo su forma de funcionar, en todos los niveles.
La plataforma Elance ya fue inaugurada en 1999. Aunque es relativamente poco conocido por el público, sin embargo sentó, mucho antes que nadie, las bases de un sistema de servicios compartidos a cambio de una remuneración. Entonces vimos cómo empezaban a aparecer los primeros autónomos de la economía de Internet. Para muchos se trataba de complementar los ingresos de una actividad principal, para otros, más raramente, era ya un medio de vida diferente, es decir sin actividad lucrativa dependiente.
También muy temprano, en 2003, Jules K. Beck, profesor asistente de la Universidad de Arkansas, publicó la teoría de la fuerza laboral independiente. Sostuvo que los avances de la tecnología, asociados a la globalización de la actividad industrial y comercial, conducen al desarrollo de una fuerza laboral independiente y altamente calificada, cambiando significativamente la relación entre empleadores y empleados.
Los medios tecnológicos ya estaban presentes, al igual que la teoría sociológica, pero la aparición de esta mano de obra cualificada e independiente seguía siendo marginal. Finalmente fue necesario esperar a la crisis financiera y económica ligada a las hipotecas de alto riesgo, en 2007, para que el fenómeno explotara. Paradójicamente, es gracias al desempleo provocado por la explosión del sistema financiero que la población activa ha tenido que abandonar su zona de confort y buscar nuevas alternativas. Y sólo entonces recurrió realmente a los medios tecnológicos, que ya estaban presentes desde hacía varios años.
No es casualidad que Airbnb y Uber surgieran en 2008 y 2009, justo en medio del caos. La tecnología ya estaba ahí y la demanda finalmente se estaba disparando. Finalmente, no fue hasta 2014 que Maurice Lévy puso fin popularmente a este fenómeno, hablando de uberización. Pero, en realidad, no fue Uber quien inició esta dinámica y tampoco fue Lévy quien fue el primero en describirla. Vimos esto con los ejemplos anteriores de Elance y Jules Beck.
Casi al mismo tiempo que Airbnb y Uber comenzaron a desarrollar cada vez más blogs y sitios dedicados a la independencia financiera. Ellos también se “beneficiaron” de la crisis de las hipotecas de alto riesgo. En muchos aspectos, este crecimiento se basa en los mismos mecanismos de uberización de nuestra sociedad. Utilizan Internet para permitir el intercambio de habilidades financieras. Los usuarios de estos sitios financieros independientes se benefician de un servicio gratuito o de bajo coste (en comparación con los intermediarios financieros tradicionales). El uso es sencillo, popular y rápido.
Al igual que Uber y Airbnb, esta no es una relación empleador/empleado sino una relación cliente/proveedor. La legislación laboral, la seguridad social y los impuestos son muy limitados o incluso inexistentes.
Las plataformas de Internet dedicadas a la independencia financiera, como los servicios Uberizados, aumentan las posibilidades de generar ingresos adicionales y reducen el riesgo vinculado a la pérdida de una actividad lucrativa dependiente. También ofrecen más flexibilidad en la organización del tiempo de trabajo y mayor autonomía.
Hoy en día, los bancos todavía están relativamente protegidos de este fenómeno. La mayoría de la gente todavía confía en su banquero para invertir su dinero (a pesar de todo lo que el sistema ya les ha hecho soportar...). Pero quién sabe, quizás algún día los gestores patrimoniales tendrán que salir a la calle para manifestarse con taxis contra la uberización de la sociedad...
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Interesante análisis. ¡Estoy emocionado de ver dónde estaremos nosotros (los bloggers financieros) dentro de 5 años!
Creo en nuestra “causa” porque el sistema financiero tradicional no ha cambiado, a pesar de una interminable sucesión de crisis. No hay término medio: o ofrecemos inversiones que no aportan casi nada al común de los mortales, o seguimos haciendo complejos arreglos financieros y evitando en la medida de lo posible a las autoridades fiscales, especialmente para los más ricos. Sobre todo, el poder está concentrado en manos de unos pocos actores importantes en el mundo. Hacen lo que quieren y lo harán mientras los clientes sigan acudiendo en masa a ellos.
Entonces, si quieres salir de esto, no te queda otra que aprender a administrar tu patrimonio tú mismo, o administrarlo de otra manera, con la ayuda de particulares, y para eso es necesaria una Uberización de las finanzas.
Quizás sea dentro de 5 años, o quizás mucho antes o después. Pero los blogueros financieros serán uno de los actores esenciales en este proceso. Simplemente tendrán que mantener intacta su motivación durante el tiempo suficiente.
¡Interesante artículo! Gracias por compartir