Un buen día nos damos cuenta de que es completamente inútil dedicar gran parte de nuestro tiempo a trabajar, con el único objetivo de alimentarnos y comprar bienes que La sociedad de consumo nos empuja a comprar.. Este es el primer paso en el largo camino hacia la independencia financiera. aquel en el que abrimos los ojos.
Si bien este paso es necesario, lamentablemente también puede llevarnos a tomar malas decisiones. Al darnos cuenta del lado oscuro del trabajo y el consumo a toda costa, corremos el riesgo de entrar en modo de hibernación, en el que casi sólo vivimos para liberarnos de la sociedad capitalista.
La trampa entonces es hacer grandes planes en el cometa, poniéndose en modo rentista futuro, con la consecuencia de no vivir realmente para su yo actual. Mientras que en la carrera de ratas vivías para la sociedad de consumo, en el modo de hibernación vives para un hipotético ego futuro, que tal vez nunca vea la luz del día.
El ahorro ocurre gracias a las necesidades de autorrealización. Peor aún, si bien fue precisamente una de las fuentes de insatisfacción, las horas de trabajo están aumentando para alcanzar los objetivos de independencia financiera lo más rápido posible.
Lamentablemente, este camino está condenado al fracaso. Esta es la forma más segura de cansarnos en el camino, o incluso de cansarnos hasta tal punto que sólo habremos empeorado la situación que nos hizo elegir la independencia financiera en primer lugar.
La mejor opción, cuando nos damos cuenta de la inutilidad de la carrera de ratas, es comenzar inmediatamente a vivir como un futuro pensionista. Por supuesto que hay que ahorrar un poco y seguir trabajando, pero también hay que empezar a disfrutar de esta nueva vida, aunque al principio sea sólo un estado de ánimo.
Esta es la forma más segura de lograr tus objetivos.
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Estoy completamente de acuerdo con esta advertencia. La independencia financiera es algo para lo que hay que estar preparado... (pero no demasiado, porque de lo contrario nunca abandonarás tu empresa). Es una mezcla sutil entre preparación y anticipación, y una confianza en uno mismo y en el futuro que elimina las barreras para dar el paso.
Por mi parte, ya llevo 2 años viviendo como un “futuro pensionista”: dejé mi trabajo y vivo mis sueños viajando (cafeduvoyage.com). Mi mensaje al lector sería, por tanto, el siguiente: ¡la buena vida es accesible! Persevera y capacítate, son dos pilares muy importantes.