¿Bronce, plata u oro?

¿Bronce, plata u oro?Al final del año, el espíritu festivo y solemne me lleva hacia reflexiones filosóficas y emotivas. Y eso es bueno porque pone muchas cosas en perspectiva. 2013 fue un muy buen año bursátil, sin duda. Pero ¿qué importa, porque quién recuerda año tras año los años buenos y malos? Estos son los años "extremos" que quedan grabados en nuestra memoria, pero el pasado económico y bursátil tiene una desafortunada tendencia a disolverse en una nube de recuerdos cuyos contornos se vuelven cada vez más borrosos con el paso de los años. La memoria registra mucho mejor los acontecimientos ligados a emociones relacionales, es decir, acontecimientos familiares, amistades establecidas y a veces rotas, hazañas (o fracasos) deportivos en las que nos hemos superado a nosotros mismos, en definitiva todo lo que toca el alma, el espíritu y el otro.

El mercado de valores está diseñado de tal manera que nos categoriza como ganadores o perdedores, más por nuestra percepción que por la realidad: ¿hemos superado este índice? ¿Lo hicimos mejor que el año pasado? Entonces, ¿qué importa si terminamos 2013 con medalla de oro en desempeño bursátil? Una medalla de chocolate es más que suficiente y también se olvidará rápidamente.

Toda una industria financiera se ha construido sobre la inexorable necesidad humana de compararse y superarse. Dejemos de jugar a este juego, aunque sólo sea por unos días. Contentémonos con estar satisfechos con lo que tenemos, con haber dejado atrás un buen año, sabiendo que, cuando llegue enero, la vorágine de anuncios, advertencias sobre resultados y otras sorpresas nos hará vivir un rock n' roll emocional... a menos que sepamos realmente distanciarnos e invertir de tal manera que no dependamos de las emociones, sino que vivamos serenamente en la convicción de que aquello en lo que hemos invertido es "correcto", sobrevivirá a la peor montaña rusa del mercado de valores y que nosotros no lo somos en una situación en la que se necesitan fondos a corto plazo, en definitiva, planificar, organizar y gestionar (pero no demasiado, porque ahí es donde cometemos errores…). Cómo ? Los medios existen, todos los conocemos, no os insultaría repitiéndolos. Por otro lado, la parte de la aplicación ('Umsetzung' como tan bien decimos en alemán) es la parte delicada. Por eso les deseo para 2014 no un año bursátil favorable (sí, un poco), sino sobre todo un año tranquilo en el que puedan poner sus prioridades allí donde sean necesarias (y todos intuitivamente tenemos la respuesta). ..) .


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1 comentarios en “Bronze, argent ou or?”

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    Gracias Armand por tu artículo. De hecho, una medalla de chocolate también va muy bien. Lo más importante es la regularidad. Ya debemos prepararnos para el año que viene y estar al acecho en caso de que se produzca una caída importante de los precios.

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