Tener tiempo libre cuando todos estén trabajando. Ni un sonido en la casa. Tomo mi café caliente tranquilamente, a la hora que quiero. Sin planes para el día, sin plazos ajustados que respetar, sin emergencias de última hora ni teléfonos que no dejan de sonar. Sólo tiempo para mí y eso está bien. Me encantan estos raros momentos de calma que me permiten despejar mi mente de todas las preocupaciones diarias habituales del trabajo.
Es por estos simples momentos de tranquilidad que trabajo desde hace más de diez años. Volverse financieramente independiente no ocurre de la noche a la mañana, especialmente para aquellos que comenzaron este proyecto a principios de la década de 2000. Pero lo importante es estar siempre encaminado y, de vez en cuando, poder permitirse pequeños momentos como este, sólo para recordar. por qué estás peleando.
Hoy, gracias a los indecentes rendimientos bursátiles desde 2011, estoy una vez más en la cima de la ola. Pero con las decepciones de 2000-2003 y 2007-2009, ahora sé que no debemos dar demasiada importancia a las variaciones de los precios de las acciones. Hay mucha especulación y entusiasmo detrás de esto, sin que necesariamente exista ningún vínculo con la economía real, es decir, los beneficios que obtienen las empresas y los dividendos que pueden devolver a los accionistas. Eso es lo importante.
El mercado inevitablemente volverá a corregir a la baja. Muchos pequeños inversores que subieron tarde al barco perderán el control y decidirán salir lo más rápido posible. Los más experimentados, por el contrario, aprovecharán esta situación para recomprar títulos a bajo precio. El mercado de valores no es más complicado que eso: algunas personas se lavan mientras que otras se frotan las manos. Y ha sido así durante siglos.
Hay que dejar que todo el mundo se emocione cuando los precios suben y entre en pánico cuando bajen. Toda esta agitación es estéril y sólo enriquece a los intermediarios. Para ser financieramente independiente es necesario poder contar con unos ingresos estables, lo cual no es posible si sólo te centras en las variaciones de los precios de las acciones.
Terminé mi café. Se avecina un típico día sombrío de abril. Pero no me importa...
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Tengo la impresión de saber lo mismo. ¡Qué lindo!
Ojalá dure 😉