En 2005 compré el piso donde vivo, aprovechando un precio atractivo y unos tipos de interés bajos. Cuando empezó la crisis financiera en 2007, mi cartera era muy conservadora, con mucho efectivo, bonos y renta variable defensiva. Realmente no vi venir el desastre, es sólo que como el mercado había subido mucho, preferí cubrirme las espaldas, para no tener que recorrer el mismo doloroso camino que en 2000-2003.
En 2008 y 2009, algunas acciones cotizaban a niveles especialmente atractivos. Utilizando el efectivo que había reservado, realicé una serie de compras selectivas, incluido un fondo inmobiliario que ofrecía una rentabilidad atractiva e históricamente sólida. También me di cuenta de que algunas empresas de calidad ofrecían generosos dividendos. Pero como me quemé en 2000-2003, esperaré hasta 2010 antes de empezar a invertir en acciones que pagan dividendos. Este fue el todavía modesto comienzo de mi carrera de rentista, 12 años después de mi encuentro con mi orientador. En aquella época mis ingresos se limitaban a unas pocas distribuciones. Ese mismo año fundé dividendes.ch.
Durante este periodo, cada vez estaba más harto de mi trabajo. A los ojos de la dirección, nada es nunca suficientemente bueno, y siempre hay una excusa para apretar las tuercas: caída de las ventas, beneficios inferiores a lo previsto, márgenes insuficientes, clientes descontentos, competencia cada vez mayor, etcétera. Cualquier excusa es buena para resarcirse a costa de los empleados. A estas alturas, llevo doce años en el mundo de la empresa, y desde hace el mismo tiempo tengo la impresión de vivir en un mundo en crisis perpetua. Y todo ello mientras los directivos se llenan los bolsillos...
Harto de la situación, regalo mi bolsa y me voy a ver si la hierba es más verde al lado. Nunca se sabe. Pero, tras un comienzo encantador, enseguida me di cuenta de que la situación era igual, si no peor, que en mi primera empresa. Ser pensionista ya no era sólo un deseo, sino una necesidad. Puede que tenga unos hombros sólidos, pero sé que mi cuerpo y mi mente no pueden soportar este entorno de locos durante mucho tiempo.
En 2012 alquilé mi piso, que compré en 2005, y compré otro para vivir. También pongo a la venta mi libro electrónico en mi sitio web. Los ingresos de mis dividendos, mis propiedades inmobiliarias y mi sitio web no son suficientes para vivir sin trabajar, pero empiezan a ser interesantes y me empujan a ir aún más lejos.
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Buenas noches,
En cualquier caso, para llegar a ser rentista hay que orientar cuidadosamente las inversiones, y eso lleva tiempo.
Estoy de acuerdo contigo en que en una crisis económica que va para largo (¡que creo que va a durar!), necesitas tener ingresos adicionales a tu sueldo fijo.
Por desgracia, en Francia los hogares de clase media tienen pocos o ningún conocimiento de economía y finanzas. En pocas palabras, esto se debe a que nuestros padres son conservadores en sus inversiones (libretas de ahorro y propiedades residenciales) y a la falta de educación financiera, sobre todo en la escuela.
Por mi parte, he hecho una propuesta para comprar una plaza de aparcamiento al aire libre (con entrada accesible), que voy a alquilar con una rentabilidad atractiva. Por supuesto, no me olvido de las acciones de bolsa para cobrar dividendos, pero estoy siendo selectivo.
Wall Street ha estado tosiendo durante las últimas sesiones.
Atentamente
Hola Sovanna,
Está muy bien diversificar las inversiones y no invertirlo todo en acciones. Invertir en un bien inmueble, como un aparcamiento o un piso, no difiere tanto, en principio, de comprar una acción que da dividendos. Lo que se busca es una renta.
Sí, Wall Street ha estado tosiendo los últimos días. Me gustaría que siguiera así durante un tiempo para poder hacer algunas compras.