Revoluciones, guerras civiles, explosión del precio del petróleo, volatilidad de los mercados... Nos dijimos que habíamos dejado atrás una de las peores décadas bursátiles y todo el mundo vaticinaba que 2011 sería el año de las acciones, pero nadie hubiera imaginado vivirlo. un escenario similar. Habrá que esperar un poco más antes de revivir una época próspera como la de los “Trente Glorieuses”. A pesar de esto, Si sabemos permanecer zen, podremos ver que no todo es tan oscuro..
De hecho, después de una semana bastante turbulenta tanto desde el punto de vista de las divisas como de los mercados bursátiles, comprobamos que casi nos encontramos en el status quo. Aparte de un ligero fortalecimiento de la moneda única, tampoco se registran cambios notables en nuestra cartera, ni en términos de actuación. De hecho, Si hubiésemos vivido una semana en una isla desierta, sin noticias, habríamos creído que no pasó nada.. Y tal vez eso sea lo que al final tengamos que hacer... Dejemos que todos se agiten y entren en pánico, miremos, aprovechemos algunas oportunidades si el mercado realmente se desploma, pero sobre todo mantengamos la calma. Recuerda que nuestro cartera fue diseñado para resistir este tipo de eventos y evitar que entremos en pánico.
hay que tener paciencia, No mantengas los ojos pegados a la caótica evolución de los precios., dejar que las economías occidentales limpien silenciosamente sus finanzas, restablezcan sus economías y esperen el establecimiento de democracias dignas de ese nombre en Medio Oriente. Por supuesto, esto puede llevar tiempo, pero es el precio a pagar por un crecimiento sostenido y sostenible.
Además el jubilación de los líderes de la generación del baby boom, si bien constituye un verdadero desafío para las empresas en materia de sucesión, puede constituir una fantástica oportunidad para cambiar de mentalidad. No olvidemos que los baby boomers crecieron durante los "Trente Glorieuses", que fueron los principales protagonistas de Mayo del 68 y que cargaron con los años de fuerte crecimiento entre 1980 y 2000. Sus valores se basan en el éxito y la realización. del individuo, a veces a toda costa. Los escándalos financieros de la década de 2000 lo demuestran, cuando llegaron a la cabeza de grandes empresas como Enron y las instituciones financieras que provocaron la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Por lo tanto, es innegable que su jubilación puede suponer un cambio fundamental en el funcionamiento de nuestro sistema económico.
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