Bueno, he avanzado un poco en el tema y ya tengo mis respuestas: en mi caso no es (todavía) rentable crear una sociedad de inversión. Para que conste, he aquí los factores que me han llevado a tomar esta decisión:

Una sociedad de este tipo es jurídicamente una sociedad domiciliada, es decir, una sociedad cuyo único objeto es poseer activos financieros (no es, sin embargo, una sociedad holding, ya que no tiene participaciones mayoritarias). Y aquí es donde las cosas se complican:

Ley de blanqueo de capitales
Una empresa domiciliada está sujeta a la Ley contra el Blanqueo de Capitales (AMLA) como intermediario financiero (art. 6 apartado 1 let. d y apartado 2). Además de una serie de obligaciones fáciles de cumplir, pero no por ello menos engorrosas, existe la obligación de afiliarse a una organización de autorregulación (art. 14 y 15 de la AMLA). Dicha afiliación cuesta al menos 2.000 CHF al año...

Bancos
Los bancos desconfían mucho de las empresas domiciliadas, porque si una empresa de este tipo se utiliza para blanquear dinero, el propio banco puede ser condenado. Por eso, la mayoría de los bancos cobran comisiones muy elevadas (10.000 CHF al año) por abrir una cuenta. Es bueno saber que Valiant es el único banco que he encontrado que ofrece comisiones moderadas (<2.000 francos al año).

SICAF/SICAV
No he estudiado a fondo este tema, porque con los dos puntos anteriores ya tenía claro que no iba a crear mi propia empresa. No obstante, para completar: la FINMA reconoce dos tipos de sociedades de inversión, la Société d'Investissement à CApital Fixe y el Société d'Investissement à CApital Variable (sociedad de inversión de capital variable). El capital mínimo necesario para fundar una sociedad de este tipo es de 500.000 francos, cantidad muy superior a la que me gustaría invertir hoy en día en una sociedad de este tipo. Es muy posible que este límite se aplique también a cualquier tipo de sociedad de inversión, de modo que crear una sociedad de inversión con un capital de 20.000 francos no sería posible en ningún caso. En determinadas condiciones, estas sociedades pueden quedar exentas de la autorización de la FINMA, lo que simplifica mucho las cosas.

Conclusión
De momento no voy a continuar con este proyecto. Sin embargo, espero que estos comentarios ayuden a otras personas que tengan las mismas dudas que yo. Pero una cosa hay que saber: si una empresa ya existente tiene excedentes de tesorería para invertir, a priori no está sujeta a las mismas leyes estrictas. Podría ser una opción interesante para un emprendedor, pero no sé lo suficiente al respecto como para dar información.