PrevisiĆ³n de vejez, o cĆ³mo dejarse joder por las aseguradoras bajo la mirada benĆ©vola del Estado

PrevisiĆ³n de vejez, o cĆ³mo dejarse engaƱar por las aseguradoras bajo la mirada benĆ©vola del EstadoNuestras Ć©lites consideran que el sistema suizo de pensiones de vejez es uno de los mejores del mundo. Y en cierto modo eso es correcto. Con su sistema de tres pilares, combina solidaridad y responsabilidad individual. Garantiza un nivel mĆ­nimo de subsistencia para todos los jubilados y complementa esta cantidad con los frutos de su trabajo y ahorros. El Estado, los empleadores y los empleados son socios y corresponsables de todo el sistema.

Sobre el papel, todo esto suena bastante bien. Mejor aĆŗn, incluso funciona bastante bien. Imagino que a tu coche le pasa lo mismo. Enciendes el contacto y, en principio, puedes recorrer varios cientos de kilĆ³metros sin problemas, antes de tener que repostar. Pero tambiĆ©n puedes esperar que tu coche no queme demasiado combustible, que no emita demasiado CO2, que te ofrezca suficiente autonomĆ­a, que sea agradable de conducir y eficiente. En definitiva, no sĆ³lo lo quieres. para trabajar, pero tambiĆ©n para cubrir tus necesidades, con una buena relaciĆ³n calidad-precio. Y ese es el problema de nuestro sistema de pensiones: funciona, pero no de manera Ć³ptima ni de acuerdo con nuestras propias aspiraciones.

El sistema de tres pilares en Suiza es como si todos tuvieran el mismo modelo de coche, pudiendo cada uno tener diferentes opciones. Vale, estĆ” bien poder elegir cristales tintados, pintura metalizada o un sistema de ayuda a la navegaciĆ³n, pero serĆ­a mejor si no tuviĆ©ramos que comprar todos el mismo vehĆ­culo. Poder elegir tu aseguradora no cambia mucho debido a las estrictas regulaciones del sistema. Para continuar con la analogĆ­a en el mundo del automĆ³vil, pensemos en el CitroĆ«n C1, el Peugeot 107 y el Toyota Aygo. Es diferente, pero igual al mismo tiempo.

Nunca he sido un firme partidario de los sistemas de pensiones de vejez cubiertos por el Estado.. Como acabamos de destacar, esta obligaciĆ³n de participar en un sistema de ahorro/inversiĆ³n comĆŗn y casi uniforme provoca una nivelaciĆ³n a la baja de los beneficios que se pueden obtener del mismo.

Hay varias causas para esto:

  • GestiĆ³n de riesgos y asignaciĆ³n de activos. : Las polĆ­ticas de inversiĆ³n en materia de pensiones para la vejez son muy estrictas y estĆ”n sujetas a restricciones legales. Esto es vĆ”lido para los 3 pilares y, por tanto, se refiere a los seguros sociales y privados. Para limitar los riesgos, el legislador ha fijado normas para la asignaciĆ³n de activos, en particular limitando la proporciĆ³n asignada a las acciones. Si esta polĆ­tica permite reducir los riesgos a corto plazo, crea otro riesgo a largo plazo para el futuro beneficiario, ya que limita fuertemente la rentabilidad de su capital.
  • Costos operativos : recaudar cotizaciones, invertir dinero, controlar las inversiones y redistribuir las pensiones implica evidentemente costes importantes. Por el contrario, ahorrar e invertir en dividendos crecientes requiere poco tiempo y no cuesta prĆ”cticamente nada.
  • efecto embudo : por un lado, tenemos una enorme masa de dinero que proviene de todos los empleados, por otro lado, tenemos un nĆŗmero limitado de inversiones disponibles debido a restricciones legales. El rendimiento sĆ³lo puede ser mediocre, en el mejor de los casos. Por el contrario, si te las arreglas solo, por un lado tienes tus modestos ahorros y, por otro, un mercado disponible casi ilimitado (embudo invertido). El potencial es enorme.
  • Necesidades colectivas versus necesidades individuales : desde el momento en que tu dinero se pone bajo el yugo de una aseguradora (social o privada), pierdes prioridad. Las necesidades colectivas, es decir del Estado, del asegurador y de los asegurados en su conjunto, siempre estarĆ”n antes que las suyas. Y es muy raro que estas necesidades coincidan, a pesar de todo lo que la gente intenta hacernos creer.
  • Inercia y pesadez del sistema. : debido al tamaƱo de los activos y de los actores involucrados, asĆ­ como a la estricta legislaciĆ³n en materia de inversiones, es simplemente imposible adaptar la polĆ­tica de inversiones de estas compaƱƭas de seguros a las contingencias financieras y econĆ³micas. TambiĆ©n observamos un tiempo de reacciĆ³n muy importante, y a menudo contra la tendencia del mercado, a la hora de fijar determinados requisitos, como por ejemplo el famoso tipo de interĆ©s mĆ­nimo LPP.
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En cuanto al tipo mĆ­nimo, tomemos un tiempo para analizar su evoluciĆ³n desde 1998 y compararla con el resultado del ƍndice de Rendimiento Suizo (SPI). Este Ć­ndice sigue el precio de las acciones suizas, incluidos los pagos de dividendos.

AƱo Tarifa mĆ­nima LPP SPI Tasa de conversiĆ³n BVG PensiĆ³n mensual con un capital de 500.000 CHF
1998 4.00% 15.37% 7.20% 3'000
1999 4.00% 10.67% 7.20% 3'000
2000 4.00% 11.91% 7.20% 3'000
2001 4.00% -22.03% 7.20% 3'000
2002 4.00% -26.78% 7.20% 3'000
2003 3.25% 21.13% 7.20% 3'000
2004 2.25% 6.86% 7.20% 3'000
2005 2.50% 34.42% 7.15% 2'979
2006 2.50% 20.67% 7.10% 2'958
2007 2.50% -0.05% 7.10% 2'958
2008 2.75% -34.81% 7.05% 2'938
2009 2.00% 24.23% 7.05% 2'938
2010 2.00% 4.76% 7.00% 2'917
2011 2.00% -9.12% 6.95% 2'896
2012 1.50% 17.72% 6.85% 2'854
2013 1.50% 24.80% 6.85% 2'854
2014 1.75% 13.59% 6.80% 2'833
2015 1.75% 3.35% 6.80% 2'833
Acumulativo 60.87% 127.64%

En primer lugar, observemos que este perƭodo es uno de los peores de la historia, con dos grandes mercados bajistas durante la misma dƩcada. A pesar de esto, vemos que el SPI ha mƔs que duplicado la mediocre rentabilidad de la tasa mƭnima LPP. Esto ilustra claramente el riesgo a largo plazo que nos plantea este sistema, del que hablamos anteriormente.

Otro punto interesante: a lo largo de 18 aƱos, el SPI ha tenido peores resultados que el tipo mĆ­nimo de la LPP sĆ³lo en cinco ocasiones. En otros aƱos superĆ³ claramente al tipo mĆ­nimo, con algunos extremos como en 2005, Ā”casi 32 puntos mĆ”s! Y recordemos: estamos analizando uno de los peores periodos de la historia para las acciones.

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TambiĆ©n observamos un lento y regular descenso a los infiernos para la tarifa mĆ­nima. Tenga en cuenta que en 2016, que aĆŗn no aparece en la tabla, Ā”incluso se fijĆ³ en 1.25%! Sin embargo, a largo plazo no vemos esta caĆ­da en absoluto con el SPI. Aunque se caĆ­a, siempre se levantaba rĆ”pidamente.

AdemĆ”s, si miramos un poco mĆ”s en detalle, vemos la inercia del tipo mĆ­nimo LPP de la que hablĆ”bamos anteriormente. Reacciona sistemĆ”ticamente con varios aƱos de retraso respecto del mercado. A veces incluso va contra la corriente. Peor aĆŗn, tiene una desafortunada tendencia a caer (con un retraso) cuando el mercado se debilita y a no subir cuando el mercado se recupera.

Ahora veamos la tasa de conversiĆ³n, que tambiĆ©n se muestra en la tabla anterior. Recuerda que esto nos indica cĆ³mo se convertirĆ” el capital acumulado en una anualidad anual. Lo primero que llama la atenciĆ³n es su carĆ”cter relativamente generoso: actualmente 6,8%, lo que es mucho en comparaciĆ³n con las conclusiones delEstudio de la Trinidad. De hecho, con mĆ”s de 19 aƱos de esperanza de vida desde la jubilaciĆ³n, Ā”esta tasa deberĆ­a ser 5%!

PrevisiĆ³n de vejez, o cĆ³mo dejarse engaƱar por las aseguradoras bajo la mirada benĆ©vola del Estado

Al igual que con el tipo mĆ­nimo, notamos una disminuciĆ³n lenta y constante en el tipo de conversiĆ³n a largo plazo. Sin embargo, esta caĆ­da es mucho menos marcada, en 0.05%... ĀæPor quĆ©?

La razĆ³n es simple: bajar la tasa de conversiĆ³n equivale a bajar las pensiones de los jubilados, lo cual es muy impopular. Por tanto, lo hacemos de forma insidiosa, pasa casi desapercibido durante los ā€œpocosā€ aƱos de vida de los jubilados, pero conseguimos asĆ­ que las pensiones futuras sean mĆ”s bajas. El problema (si queremos considerarlo como un problema) es que la esperanza de vida sigue aumentando (hemos ganado 5 aƱos de jubilaciĆ³n desde los aƱos 80).

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Si reducir las anualidades no es popular, es mucho mĆ”s fĆ”cil reducir la tasa de interĆ©s mĆ­nima. Al final, a pocos empleados les importa esta cifra en sus certificados de pensiĆ³n, excepto quizĆ”s a aquellos que se acercan a la edad de jubilaciĆ³n. De hecho, sĆ³lo cuando llegamos a los 60 aƱos empezamos a darnos cuenta realmente de todo lo que hemos aportado durante nuestra vida, del capital total acumulado con intereses y de lo que va a significar a nivel de sus pensiones futuras.

Esto explica por quĆ© el tipo de interĆ©s mĆ­nimo literalmente se derritiĆ³ en un tiempo relativamente corto, casi en medio de una indiferencia general, mientras que el tipo de conversiĆ³n apenas variĆ³. Todo esto es un mal augurio para todos los empleados actuales, aquellos que actualmente subsidian las generosas pensiones de baby boomers, y que corren el riesgo de sufrir sorpresas desagradables dentro de unos aƱos si no se han protegido las espaldas.

Terminaremos este artĆ­culo con una Ćŗltima pregunta, para la que hoy no tengo una respuesta concreta, salvo algunas suposiciones. Vimos anteriormente que el desempeƱo del SPI fue mĆ”s del doble que el de la tasa mĆ­nima de la LPP. Entonces, ĀædĆ³nde radica la diferencia? ĀæSe estĆ”n llenando los bolsillos las compaƱƭas de seguros? ĀæEstĆ”n haciendo reservas para solucionar el ā€œproblemaā€ del aumento del coste de la vida y del tipo de conversiĆ³n difĆ­cil de adaptar?

Entonces, por supuesto, podemos encontrar excusas para ellos:

  • Esta es una tarifa mĆ­nima y algunas compaƱƭas de seguros dan un poco mĆ”s.
  • Las tasas de interĆ©s bancarias tambiĆ©n cayeron durante este mismo perĆ­odo.
  • Las compaƱƭas de seguros estĆ”n limitadas en sus inversiones de capital.

ĀæPero eso justifica toda la diferencia? ĀæO mejor dicho, al final, no nos estĆ”n jodiendo las aseguradoras bajo la mirada cĆ³mplice del Estado? De lo contrario, ĀæcĆ³mo se explica que el tipo mĆ­nimo siga bajando?

Lo cierto es que nunca estarĆ” tan bien atendido como usted mismo. Entonces, tanto limitar en la medida de lo posible lo que debe destinarse a la provisiĆ³n de pensiones ā€œinstitucionalizadasā€ e invertir en inversiones que aseguren una jubilaciĆ³n digna de ese nombre. Y si se puede tomar (bueno) antes de los 65 aƱos, aĆŗn mejor šŸ˜‰


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5 comentarios en “La prĆ©voyance vieillesse, ou comment se faire entuber par les assureurs sous lā€™Å“il bienveillant de l’Etat”

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      Es interesante y tambiĆ©n explica por quĆ© las aseguradoras y los fondos de pensiones estĆ”n teniendo problemas. Tienen muchos bienes raĆ­ces. Ciertamente el desempeƱo no es malo estos dĆ­as. Pero a largo plazo pierden en comparaciĆ³n con el mercado de valores.

  1. blank

    CĆ³mo me arrepiento de haber invertido en un tercer pilar en 2007 šŸ™
    Sobre todo porque una vez que se da el paso, no hay vuelta atrƔs.
    Pero fue a raĆ­z de esta pobre rentabilidad que comencĆ© a invertir en dividendos šŸ™‚

  2. blank

    El mal desempeƱo de los fondos de pensiones se debe principalmente a las posiciones en bonos que mantienen. Con los programas de devaluaciĆ³n de la moneda y, en consecuencia, la caĆ­da de las tasas de interĆ©s de los bonos, los rendimientos disminuyen inexorablemente. Teniendo en cuenta que el nĆŗmero de jubilados en Suiza se duplicarĆ” de aquĆ­ a 2025, es evidente que las cotizaciones sĆ³lo pueden aumentar y las pensiones sĆ³lo pueden disminuir. Se trata mĆ”s que nunca de recuperar el control de tus finanzas, a travĆ©s de planes de pensiones personalizados y de la gestiĆ³n de tus propios ahorros. [contratendencia.com]

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