Diario de un futuro rentista (44)

Convertirse en cigarra no es tan fácil cuando has sido una hormiga trabajadora durante muchos años. A primera vista, podrías pensar que sólo necesitas ponerte en modo vacaciones, gafas de sol, tumbona y cóctel en mano. Ciertamente, es una de las formas de desprogramarte de tu antigua vida, pero eso no basta: hay que cambiar tu estado de ánimo de manera profunda y permanente.

Un cambio así no se produce de la noche a la mañana. Definitivamente es una parte de su personalidad que necesita cambiar. Si recuerdo cómo pasé lenta e insidiosamente de la despreocupación de la juventud a las "responsabilidades" de la vida adulta, puedo imaginar que el cambio inverso llevará bastante tiempo.

Adquirir independencia financiera, desde un punto de vista estrictamente “técnico”, ciertamente lleva mucho tiempo, pero no es tan complicado. Por otro lado, pasar al modo rentista requiere un cambio profundo en tu personalidad. Aunque el camino sea agradable, dado que va en la dirección correcta, siempre existe el riesgo de perderse en el camino. Cambiar tu comportamiento a los 20 es bastante fácil, a los 40 ya es más laborioso, y ni siquiera hablamos de más adelante.

Por esta razón, siempre he pensado que la independencia financiera era un estado de ánimo más que un estado de cosas. tenemos que ir a modo rentista tan pronto como nos demos cuenta de que es necesario un cambio en la vida y no esperemos a que este cambio sea efectivo. De esta manera, nos deslizaremos lenta y seguramente hacia la independencia financiera, con algunos obstáculos en el camino a veces, pero sin una verdadera crisis de identidad.

Hoy en día he avanzado mucho en mi búsqueda, recibo cada vez más ingresos pasivos y poco a poco empiezo a abandonar el mundo profesional. Sin embargo, sé que nada es seguro y que todavía queda un camino por recorrer antes de poder desconectarme por completo de ello, ya sea económica o psicológicamente.

Ya no soy la cigarra del pasado y todavía no soy la cigarra del mañana. Pero lo importante es que hoy dejé atrás la hormiga. Y espero no volver a verla nunca más. Gracias hormiguita por todo el trabajo que has realizado. Gracias por ahorrar e invertir mi dinero sabiamente. Ahora puedes irte a descansar y yo puedo empezar a disfrutarlo :)