Tengo quince años... Soy como un adolescente sobreexcitado y con muchos granos. En agosto de 2000 comenzó para mí una nueva vida, la de inversor. La salida fue muy laboriosa, por mi falta de experiencia por supuesto, pero también porque el período no era nada favorable. Un poco como hoy sin duda.
Durante estos quince años metí la pata, perdí dinero, lo recuperé, viví muchos momentos de duda, a veces incluso un poco de ansiedad, pero al final aprendí mucho y aún así me divertí mucho. Pasé del análisis fundamental al análisis técnico y viceversa. De buy&hold a swing trading y viceversa. He probado acciones, opciones, divisas, bonos, fondos mutuos e incluso fondos de cobertura... todos con distintos grados de éxito.
Hoy miro divertido todo esto. En el mercado de valores se puede subir o bajar muy rápidamente. Entre 2000 y 2003, nunca pensé que podría volver a encarrilarme. Sin embargo, insistí y lo hice. En 2007 pensé que la parte más difícil había quedado atrás. Y luego no. Pero todavía insistí. Hoy bato récord tras récord, como muchos otros. Llevo muchos meses esperando una corrección desagradable. Y no llega nada... (aunque hoy el mercado parece querer darme la razón).
Pase lo que pase, hoy soy más zen. Tengo efectivo, bonos y acciones que no están demasiado influenciados por los caprichos económicos y financieros. Y, sobre todo, ahora sé lo más importante: todo esto es sólo un maldito juego.
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¡Gran artículo con un buen estilo de redacción!
Me gusta tu artículo, pero aunque es un maldito juego, ¡es mejor conocer las reglas o los riesgos antes de aventurarte en él!